domingo, 2 de diciembre de 2007

CRITICANDO POR UN SUEÑO

"I can’t solve any problems. All I can do is try to make sure people can’t avoid noticing them. Make other people solve them. The RIGHT people", Spider Jerusalem, Transmetropolitan #16


Cul0s. Cul0s y tet@s. Esto es lo que los idiotas de mis congéneres parecen querer al cometer el terrible esfuerzo mental necesario para que la sinapsis haga que el pulgar apriete el botón de "ON" del televisor. Imbéciles como Tinelli le venden m!erd@ a cientos de miles de imbéciles, que la tragan contentos. Y eso no es lo peor, se los juro.
Al fin de cuentas, me chupa un put0 huevo si aquel que esté leyendo estas líneas se ofende con estas líneas. Bastante trabajo me está costando disimular las puteadas con arrobas y ceros, para que no me censuren el blog. ¿Realmente no se dan cuenta, no es cierto?
No. No se dan cuenta. Después de todo, es sólo un pobre sicótico paranoide enojado con el mundo el que intenta aconsejarles desde un blog que no miren su programa favorito. Porque así es como quien escribe estas líneas siempre es juzgado por idiotas como ustedes. Cuando es un acto de amor el que intento. Mi último atisbo de esperanza en este enfermo mundo está aquí latente. Y creanmé que esto tampoco es lo peor.
Y no es que no me guste el sexo, o que me moleste ver un culo de vez en cuando. ¡Al contrario! Pero si quiero ver sexo, hay canales para eso. Canales que tienen su propia estética y tradiciones, que uno puede o no compartir, pero que podemos elegir si verlos o no. Tinelli parece casi una imposición. Lo mirás aunque no quieras, con solo mirar un rato de TV, porque todos hablan de él. Porque vende. Y vende, porque muestra cul0s y tet@s. Ahora, miren que paradójico. Piensen en esto: ¿Qué pasaría si en sus trabajos, o aulas contaran delante de todos que anoche vieron Showma…? ¿Y si en lugar de este programejo dijeran que vieron una película de soft-porn? Nada fuerte, solamente escenas de sexo insinuadas, sin mostrar nada. ¿Cómo los juzgarían sus semejantes? Esa es la gente que las rodea. Eso es lo que son. Somos. Son.
Pero volvamos al programejo en cuestión.
Déjenme que les diga algo: si su excusa para mirar "Bailando…", "Patinando…", "C@g@nd0…" o lo que m!erd@ inventen antecediendo a la risible mini frase "…por un sueño" es que vuelven del trabajo cansados, y tienen ganas de no pensar en nada, ¿por qué no tienen sexo, o si está fuera de sus posibilidades, se masturban? Es decir, no hay mucho que pensar, es sólo hacer, damn it! O charlan con aquellos con quienes conviven, ustedes que tienen la suerte de ser sociables. Hasta una charla acerca del clima es mas edificante que eso. ¡m!erd@!, ¡Cortarse las uñas del pié es mas edificante que eso!
Ahora, si su excusa es, por ejemplo, que les gusta el baile, o el patinaje, o el canto… ¿Qué m!erd@ hacen mirando eso!?!? Incluso artísticamente es una bost@. Bailan mal. Patinan peor. Y cantan… bueno, en realidad ni siquiera puede decirse que canten. ¡No hay el mas mínimo placer estético, por el amor de nada! ¿Y saben por qué? ¡Porque está pensado por personas que no encuentran placer en lo estético, sino en lo económico! Porque el sexo siempre vende, al igual que los escándalos. Y si insinuamos lo primero y ensayamos lo segundo, vamos a contar la plata de a millones. ¿Qué plata? ¡La tuya, infeliz! ¡La que les das cada vez que llamás para votar por X o por Y! Eso es lo que nos deja la democracia. Elegir quien debe ser salvado de la siguiente eliminación. ¡Por favor! No estoy diciendo que "con los militares estábamos mejor", no me malentiendan. Pero si a esto nos conduce la democracia (a esto y a Kristina "Presidenta"), estamos fritos. Quizá sea hora de que alguien invente un nuevo sistema de gobierno mas útil y VERDADERAMENTE participativo, no una fantochada como esta "democracia" de bolsillo en la que aquel que tiene los mejores punteros y el mejor aparato político es el que mejor nos representa.
Pero me estoy yendo de tema. Vuelvo a estar errático. Pardonnez moi, mon amie lecteur.
Retomando, si su excusa es que a esa hora no hay otra cosa para hacer, desde ya les digo que es mentira. Y se están mintiendo a ustedes mismos. Pueden leer. No digo que lean a Kant, Nietzche o Hegel. Pero hasta una novela es mas recomendable que mirar eso en la televisión. Incluso en la propia televisión hay cosas buenas. OK, el programa de Boy Olmi nunca va a ser un éxito, pero él se lo buscó, por ponerle una palabra prohibida para televisión en su título. Para aquellos que no miran el canal estatal, estoy hablando de "Dejámelo Pensar". Pero eso tampoco es lo peor.
Lo peor, maldita sea, ni siquiera es que contaminen programas de gente inteligente, como Guinzburg, obligándolos a hablar de Tinelli, porque es "lo que la gente quiere". ¡F4ck the people, then, maldita sea!
Lo peor es que esta noche, después de hacer mi incursión semanal al viciado mundo de la TV, no pude evitar el bombardeo de la m!erd@ del Tinellito con que tres de los cinco canales de aire me atacaron en un zapping violento, haciendo que me sienta obligado a tener que hablar del tema, contaminando éste, mi espacio de expresión. El único lugar en este put0 mundo en que puedo realmente ser yo mismo, o al menos intentar buscar quien de todos los quienes que tengo dentro soy. Ése es un crimen imperdonable.
Entiendan esto: me crié frente a una pantalla. Quizá haya visto demasiada televisión en mi niñez. Pero nunca vi tanta m!erd@ junta como ahora. Puede que nunca haya sido el medio ideal para formar a la gente, pero si lo que había en un canal no te gustaba, siempre existía la posibilidad de ver otra cosa, porque HABÍA otra cosa. No era ese monopolio de contenidos baratos de ahora. Ver esto es, para mi, como para ustedes ver a su madre inyectándose con heroína. ¿Entienden el punto?
Para terminar. ¿Qué espero conseguir al escribir esto? Realmente, nada. Me cansé de esperar algo positivo de "la gente". Lo esperé casi toda mi vida, y nunca lo encontré. Si sirviera aunque mas no sea para que una persona dejara de mirar al idi0t@ éste y empezara a desarrollar nuevos gustos e inquietudes mas interesantes, sería el sueño de un optimista. Pero ya no soy un optimista.
Ya no.

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